Hace un tiempo que han salido a la luz los cigarrillos electrónicos como alternativa a los tradicionales. Para los fumadores fue como una burbuja de oxígeno, una nueva opción "más sana", a su hábito tóxico... resaltar que "más sana" está entrecomillado.
Las incesantes campañas de marketing eran un alud de mensajes resaltando sus beneficios, pero como el tiempo acaba demostrando, no es oro todo lo que reluce.
Estudios científicos van surgiendo con el tiempo, desmontando poco a poco esta supuesta "panacea".
Está claro que cada uno es libre de decidir que hacer con su vida y con su salud, pero también tenemos el derecho de conocer exactamente todos los pros y contras de un producto, sin encubrimientos interesados.
Esta semana os dejo tres enlaces sobre este tema:
N:21