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Además, través de la web www.josepcolonques-saludnatural.es encontrán más artículos, entrevistas, videoblogs... realizados por Josep Colonques, así como su biografía, libros publicados y colaboraciones en la prensa escrita y radio.
En la sección del Dominical del Diario de Ibiza, sección Mundo Natural, podrán consultar más de 350 artículos relacionados con esta temática.

martes, 25 de febrero de 2014

La flora bacteriana humana

Nuestro organismo es una maravillosa “máquina” repleta de secretos. Sus intrincados mecanismos sobrepasan, en muchas ocasiones, nuestro entendimiento actual. De entre los muchos secretos que posee, hoy hablaremos de nuestra flora simbiótica, ese ejercito minúsculo que nos protege, nos regula y al que casi nunca le damos la importancia que se merece.

Nuestro cuerpo alberga más de 2000 tipos de bacterias, que conviven perfectamente con nosotros en una estrecha relación de simbiosis, es decir, las dos partes se benefician mutuamente de dicha colaboración. Podemos encontrar este tipo de flora en partes de nuestro tracto respiratorio, digestivo, genitourinario y piel. De esta flora, hoy destacaremos la flora intestinal. Ésta está formada por un gran número de bacterias y variedades como el Lactobacilus Acidohpilus, L. bulgaricus, L. Casei, L. Rhamnosus, L. Paracesai, Bifidobacterium Bifidum, etc…

Esta flora tiene una gran importancia para nuestro organismo, donde podemos resaltar sus efectos sobre

nuestro sistema inmunitario inespecífico (por ej. los linfocitos T), regula el ritmo intestinal (mejora algunos estreñimientos o diarreas), las digestiones (mejoran la digestión y evita el exceso de gases), la mejor absorción y/o metabolización de ciertos nutrientes, ayudan a la síntesis de determinados compuestos como la vitamina K y algunas vitaminas del complejo B… Debemos de tener en cuenta también, que la flora vaginal tiene una estrecha relación con la intestinal. Si la flora genitourinaria está débil, es muy habitual que la intestinal también lo esté. Para fortalecer la primera también hay que fortalecer la segunda. Resaltar también que según ciertos estudios, un desequilibrio en la flora puede influir en un desequilibrio en los mecanismos de balance energético, y en la secreción de diferentes tipos de hormonas relacionadas con la obesidad.

Pero esta flora puede alterarse por diversas causas, tanto internas como externas. Un ejemplo muy habitual de causa externa son los antibióticos. En ocasiones, es muy necesario tomar estos medicamentos, siempre y cuando nos lo recomiende y supervise nuestro médico de cabecera o especialista. Estos antibióticos tienen la finalidad de destruir ciertos microorganismos patógenos pero también destruye nuestra flora simbiótica. Al disminuir dicha flora, que recordemos que es una de las primeras barreras inmunitarias, tenemos cierta predisposición a que podamos recaer fácilmente en forma de algún otro tipo de infección, resfriado, gripe, otitis, candidiasis, infecciones de orina, etc… Por ello, es muy aconsejable tomar flora siempre que se tome antibiótico, el doble o triple de tiempo que se haya tomado dicho medicamento. El estrés crónico es un factor que también altera nuestra flora, así como ciertos aditivos alimentarios, el exceso de alcohol, los alimentos demasiado procesados, el abuso de refinados sin tomar integrales, el abuso de laxantes…

¿Y de qué forma podemos fortalecer nuestra flora? Existen dos métodos principales. El primero es aportando directamente flora mediante los denominados probióticos. Esto puede realizarse en forma de yogures con flora viva, o suplementos alimentarios en forma cápsulas de flora intestinal. Debemos de tener en cuenta que, los yogures tienen que pasar la barrera gástrica y allí mueren un tanto por ciento muy elevado de la flora que transportan. Esto es debido al efecto de los ácidos estomacales y ciertas enzimas. Por ello, si se toman yogures es aconsejable tomarlos con el estómago vacío para que no exista mucha activación digestiva. Es un error tomarlos como postre si queremos conseguir un mínimo de efecto probiótico. Pero todo y así, hay que remarcar que una parte importante serán destruidos. La forma más efectiva es tomarlo en forma de capsulas. Esto es debido que están preparadas para que pase a través del estómago sin desintegrarse, y una vez llegado al intestino liberar su carga de flora para que proliferen a lo largo del tracto intestinal. El segundo método, es con la toma de Prebióticos a través de los denominados alimentos funcionales. Son lo que alimentan a dichas baterías y estimulan su crecimiento y desarrollo. Tenemos por ejemplo, la inulina y los fructooligosacaridos que están presentes en la fibra dietética, y ciertos componentes presentes en la cebolla, el chucrut, los espárragos, el puerro, las legumbres y otros.

Como se puede observar, la flora ejerce grandes beneficios para nuestra salud. Solo que la cuidemos un poco puede hacer que nuestra relación de amistad y colaboración sea muy duradera y fructífera.


18-02-2014, Josep Colonques Garrido

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Equipo de Eivissalut.com

N:63 

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