Nos encontramos en la recta final de la temporada. Dolores de espalda, agotamiento, pérdida de apetito y de peso, dormir poco, mucha actividad física y mental… Toca cuidarse. Durante la vorágine estival hemos acumulado mucha tensión: los jefes exigen mucho, la clientela es complicada, el sofocante calor, algún conflicto con el compañero…. Además, hay que disfrutar del verano, claro, así que luego dormimos bien poco. En definitiva: estamos estresados. El agotamiento y la prevención del sueño pueden influir tanto en la resolución de problemas como en la aparición de un episodio psicótico.
Es tiempo de comer adecuadamente, relajarse, y estructurar la mente. Hoy hablaremos de Mindfulness y Autocompasión en el ámbito psicológico. El Mindfulness es un tipo de meditación oriental utilizado para estar en el momento presente con amabilidad y sin juicios.
El concepto de autocompasión proviene del inglés estadounidense self-compassion, que en ese idioma tiene una connotación muy diferente a la palabra “compasión” en español.
Resumiendo: para nosotros tiene un toque negativo que para los americanos no tiene. La autocompasión no es sólo cuidarse, sino ¿qué significa cuidarse para cada individuo?
Lo que pasa normalmente es que cuando se está en 100 cosas, realmente no se está en ninguna. “Las mujeres podemos hacer más de una cosa al mismo tiempo”. Mentira. O, sí, se puede, pero mal hechas. Cuando una persona está sirviendo en un restaurante, y está escuchando órdenes del jefe y al mismo tiempo vigilando al nuevo compañero y además está pensando en la discusión que tuvo en casa anoche no está haciendo ninguna cosa bien. Y por desgracia el ritmo frenético de la temporada nos “obliga” a eso.
¿Qué podemos hacer a partir de ahora para cambiar este patrón adquirido? Nosotros proponemos unos ejercicios de Mindfulness y Autocompasión.
En cuanto al Mindfulness:
Traer la atención al momento presente con un propósito, intención, utilidad. Esto nos ayuda a tomar el control de nuestras vidas. Mediante la práctica del Mindfulness aprendemos a detectar lo que nos dice la mente sobre cosas pasadas y futuras (esto es lo que hacen las mentes constantemente) y a elegir de forma consciente volver a poner la atención en el ahora, el presente. Esto nos ayudará la próxima temporada a hacer bien más cosas.
¿Alguna vez habéis prestado atención plena sin juicio y con amabilidad a un hecho tan insignificante como comer un limón?
Mediante diferentes ejercicios guiados como la atención consciente mientras saboreamos un limón nos permitiremos no sólo darnos cuenta del sabor ácido del limón, sino que nos daremos cuenta de que nos estamos dando cuenta del sabor ácido del limón.
Parece pues una tarea muy básica y a primera vista poco útil, pero ¿alguna vez lo habéis intentado? Basados en la práctica del Mindfulness se han creado 3 programas de terapia psicológica con resultados científicos sorprendentes (desde 1999). Mindfulness para el afrontamiento del estrés (MBSR), Programa cognitivo para la depresión (MBCT) y prevención de recaídas de conductas adictivas (MBRP).
Prácticas como las 3 anclas, la respiración consciente, el body scann y metáforas como el vendedor de enciclopedias, o la obra de teatro de tu vida, nos ayudan a discriminar (diferenciar y darnos cuenta de):
- Nuestra mente y nuestros pensamientos.
- Nuestro corazón y nuestros sentimientos.
- Nuestro cuerpo y nuestras sensaciones.
Y más, conseguimos darnos cuenta de que somos nosotros (un nosotros más grande) que los contiene a todos (mente, pensamientos, corazón, sentimientos, cuerpo y sensaciones). Y más, que nosotros, como contenedores de ellos, somos los que dirigimos nuestra vida y nuestro “yo”.
Apasionante el cambio que experimentamos.
En cuanto a la compasión:
¿Qué hay de malo en sentir compasión? Parece que es un sentimiento que nos ablanda, que nos doblega, que se nos antoja débil y vulnerable…
Si realizamos un ejercicio para mirar en nuestro interior con atención plena, intencionalidad y amabilidad, seguro encontramos esa cosa fea que todos sabemos que tenemos dentro. Seguro que ahora estás teniendo el pensamiento de: ¡No lo quiero pensar! ¿Cuán importante sería sentir esa cosa fea, mirarla de frente, valorarla como lo que es… y más importante darnos cuenta de que somos nosotros mismos (más grande) quien la contiene? Y más aún, ¿y si sentirla, mirarla de frente y valorarla resultase útil para poder ayudar a algún ser querido por ejemplo un hijo o un padre? ¿Seguiríamos sin querer pensar en esa cosa fea?
No únicamente guardamos el secreto de esa cosa fea de cara a los otros, sino también a nosotros mismos. ¿Y si resulta que nos estamos ocultando de nosotros mismos? Y más, aún ¿podemos hacerlo? ¿Y si estamos tratando de hacer algo para lo que no estamos preparados?
Mediante diferentes ejercicios guidados conseguimos actuar de forma compasiva con el secreto que todos tenemos dentro y que tratamos por todos los medios de ocultar.
Para conocer de manera más profunda la base del Mindfulness y la autocompasión os invitamos a contactar con nosotros y seguir leyendo próximos artículos.
Noelia Luque
Psicología Clínica. Terapia de Aceptación y Compromiso. Col. Nº B- 02494.
Equipo de psicología y salud emocional de Eivissalut
Fuentes:
WWW.AEMIND.ES
Bowen, S., Chawla, N., Marlatt. A. (2013). Prevención de recaídas en conductas adictivas
basada en Mindfulness. Ed. Desclée De Brouwer.
Mindfulness en la práctica clínica. Vicente Simón y Mª Teresa Miró. Ed. Desclée De Brouwer.
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