Proteger la piel del sol de forma natural

Estamos metidos plenamente en el periodo estival, y hablar de verano implica necesariamente hablar del sol y la playa. Son miles las personas que inundan el litoral y las islas por estas fechas, y lo unos días de relax en el mar pueden transformarse en el futuro en una enfermedad.

Cada año, las autoridades sanitarias nos informan que está aumentando la incidencia de patologías de piel, y que hay que tener mucho cuidado con las exposiciones al sol. Pero las personas aún no son plenamente conscientes de los problemas que puede conllevar no hacer caso a los consejos que dan los dermatólogos.

La pérdida en el volumen de la capa de ozono y la suspensión de elementos contaminantes en la atmósfera ha hecho que los rayos solares sean mucho más dañinos que hace 100 años. Hay una serie de medidas que pueden ayudar a proteger la piel de tales efectos y son las que recomiendan diariamente los

médicos especialistas. Evitar las horas de máximo impacto solar, utilizar protectores asiduamente y de la forma correcta, consultar a un dermatólogo a la mínima sospecha de que alguna mancha de la piel haya crecido o empieza a picar, etc…

Pero a nivel particular y de forma natural, se pueden tomar una serie de medidas que ayuden a proteger la integridad de nuestra piel. Pero hacer especial hincapié de que no por ello tenemos que pasar por alto las recomendaciones dadas por los médicos, y que son básicas. Por un lado, nuestro organismo tiene que estar en todo momento bien hidratado. Por ello, tenemos que recurrir al elemento natural número uno por excelencia, el agua. Beber asiduamente y tomar vegetales ricos en agua como el melón o la sandia son una forma muy interesante de hidratarnos. Si estamos en la playa no tenemos que olvidarnos de realizar esto. También sería muy interesante que aumentáramos durante todo el verano la ingesta de alimentos vegetales que tengan un contenido alto en carotenoides. A modo de resumen, diríamos que estos son los que tienen una coloración roja y naranja. Tenemos los ejemplos de la zanahoria, el tomate, la sandía, el mango, el pimiento rojo, la papaya, las ciruelas, la guayaba, la calabaza, etc… Los carotenoides tienen una importante función antioxidante (betacarotenos, algacarotenos, licopeno, criptoxantina, capsoburina…). Además, algunas tienen un efecto específico de protección frente a los rayos solares, como es el caso de la luteína y la zeaxantina. También tendríamos que aumentar los alimentos ricos en la vitamina liposoluble E. Esta es la gran vitamina de la piel y tiene un gran efecto protector sobre ella. Se encuentra en el aceite de oliva virgen extra, las semillas oleaginosas (almendras, nueves, avellanas, etc..), la soja, las alubias, el germen de trigo, los germinados, el aguacate, el hinojo, etc. Sería también muy aconsejable utilizar geles hidratantes a base de aloe vera. Muy útil para aplicar después de un día de sol y playa por su gran efecto refrescante e hidratante. Para zonas puntales, cremas o emplastos de caléndula (caléndula officinalis o arvensis), malva (malva sylvestris), rosa gallica o manzanilla (matricaria chamomilla). Cataplasmas de pepino o yogurt también tienen un gran muy efecto refrescante.

Recordemos que el sol tiene un efecto nefasto para la piel y lo mejor que podemos hacer es ser inteligentes y prevenir.

Art. 292/373 (05-08-2006) - Dominical, Mundo Natural (Diario de Ibiza)

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